martes, 14 de junio de 2011

Los Vivos Pendejos...

He estado rondando la idea sobre este término, un vivo pende**, creo que es la mejor forma de describir la conducta ciudadana del venezolano, posiblemente es también la conducta típica de otras latitudes, sobretodo de las suramericanas, pero bien, ¿de qué se trata esto?…

En nuestro día a día por la ciudad notamos como constantemente existen o somos atropellados por los demás, se ha vuelto tan cotidiano y desde hace tanto tiempo que ya es parte de la normalidad, no nos alteramos, más bien lo esperamos, ejemplos hay infinitos de esta actitud, cuando nos roban el cruce de un semáforo porque el otro conductor decidió que tenía más prisa que nosotros, cuando en una fila para determinada cosa se incorporan, generalmente cerca del principio, una horda de personas “conocidas” del que estaba en la fila, en fin, cuando algo no se hace como debería hacerse…

¿Quién no ha botado la piedra, el peñasco, con algún tipo de estas actitudes?, la actitud del bravucón de escuela, ese ser que se siente de alguna manera superior, más inteligente, más vivo que los demás y que anda realizando atropellos a diestra y siniestra, sin embargo, ¿es este proceder exitoso para lograr la mayoría de las cosas?. Es increíble ver como el tema de las colas o trancas vehiculares en este país son directamente provocados hasta el máximo por este tipo de gente, los vivos pendejos, aquellos que existiendo por ejemplo 2 únicos canales, y que uno de ellos presenta fallas por alguna razón, generan, crean, aparecen de la nada con un tercer canal, ¿No les da el cerebro para notar que solo hay espacio para 2 canales?, ¿No poseen la capacidad de visión suficiente para darse cuenta que si generan un tercero solo avanzaran bien los siguientes 2 segundos en la cola y después el cuello de botella será tan agudo que nadie, absolutamente nadie se moverá?.

Aparentemente son capacidades craneales tan profundas y con un alto impacto de sinapsis que no son capaces de hacerlo, lineal, ellos son de pensamiento lineal, es decir, yo asumo que la ruta de decisiones debería ser algo así: Hay Cola – Hay un hueco ahí – Me metí primero que inteligente y vivo soy – No avanzo, me meto de nuevo al otro canal – no me dejan pasar !Que gente tan grosera, en vez de darme paso! – me metí, pero no avanzo, me devuelvo al canal que cree, que vivo soy otra vez... y así sigue y sigue sin darse cuenta que todos los canales están detenidos por culpa de este genio, este gran vivo pende**, que intentando ahorrarse tiempo moviéndose de un canal a otro, creando nuevos canales inexistentes, ha gastado e invertido más tiempo del que hubiese utilizado quedándose tranquilo en su cola, dando paso y buscando el paso correcto.

No sé si lo notaron, pero hay un punto clímax en su razonamiento, “! Que gente tan grosera, no me deja pasar!”, característica principal de este gran vivo pende**, no importa que este incumpliendo las reglas o normas, no importa que este siendo ya per se mal educado o agresor de las buenas costumbres del buen ciudadano, NO, nada de eso importa, lo que importa es que NO SE LE DEJA METER!.

Venezuela, lamentablemente es cuna de estos nuevos especímenes, que en lo personal los asocio a los Dodos de Mauricio, para aquellos que no lo sepan era un ave no voladora parecida a una paloma gigante que se extinguió en el siglo XVII, la cual se ha asociado como cultura popular a ser un ave estúpida que propicio en parte su propia extinción, pero a lo que iba, en Venezuela creamos a estos Dodos como parte de productos de exportación, dentro de nuestro territorio lo invaden y contaminan, lo vemos en prácticamente cualquier manifestación de línea, donde exista una fila, una cola o algo parecido, aparecerá un vivo pende**, buscando, rastreando y saludando a cuanta persona reconozca.

Y esta conducta no solo la vemos en el tránsito, el cual ha llegado a ser tan deplorable que los imbéciles de este país se vanaglorian de ello, es como una especie de orgullo nacional ser tan mal conductores que participemos en el Ranking mundial de malos conductores, NO. Esto se extrapola a todo lo demás, todo lo que sea impulsado por la atención de una norma, una regla, una espera, en fin lo que sea, llega hasta tal punto que, como lo exprese anteriormente, es parte de orgullo entre los “Dodos”, comentarios como: “Vi una cola, pero me metí y me coliea al principio y listo pase, allá los estúpidos que se quedaron atrás esperando”… o…. “Llegue y cuando vi la cola de gente para gestionar tal documento, me dio fastidio, así que me busque un gestor afuera, le pague X cantidad de bolívares y me lo dio en un momentico”…. y así, pudiéramos seguir… hasta caer en la gente que te llega y te echa el cuento como si fuese la novela de acción del momento….”sabes que mi tío… ese tipo si es arrech**, nunca hace cola, siempre llega y conoce a alguien o se busca la manera… yo quiero ser como el”….

Ahora viene el efecto inverso… el fiscal, el policía, el tipo que te multa si haces lo que están acostumbrados a hacer. Llegan incluso a molestarse porque ese ente esta ahí, claro este es un tema escabroso, porque esos mismos representantes de la norma son lamentablemente los primeros en romperla y aquí viene la segunda corrupción del ente vivo pende**, la frase clásica… “y como nos podemos arreglar….” esa frase es la peor oración que existe en el lenguaje venezolano, sobre todo cuando ese mismo desgraciado detiene a la persona responsable y honesta y le da largas a la detención esperando que salga a relucir la frase… ¿Qué clase de personas hay aquí?.

Sin embargo, coloca a ese vivo pende** en otra ciudad del mundo, sobre todo una que las reglas se apliquen, pasan 2 cosas sorprendentes, la primera comienza como un drogadicto en pleno proceso de desintoxicación, a retorcerse y amotinarse prácticamente todo el día porque no logra adaptarse, no logra entender cómo es posible que no haya forma de colearse, que no hayan gestores, que no exista el “cómo nos arreglamos”, que tenga que cumplir la ley, esa persona empieza como un poseído en pleno exorcismo La segunda viene después de este proceso, que toma algo de tiempo, comienza a reformarse, entiende lo que es acatar la ley, aplicar la ley, y tener el derecho a exigir que la ley se aplique, se convierte en un “buen ciudadano”, algo así como una persona que se vuelve testigo de jehová a los 80 años por arrepentimiento… parecido.

Pero, o el maravilloso Pero, si esa persona ya reformada, ya desintoxicada, salida del horno de la clínica de la rehabilitación, la vuelves a introducir en esta Sodoma, listo, cae en las drogas en menos de 1 mes, y se acuerda todo lo vivo pendej* que era en sus buenos tiempo, conclusión, es el medio, mientras existan personas que se hacen la vista gorda ante estos genios, que sean permisivos, cuando esta persona crea de la nada un nuevo canal y lo deje pasar al final, cuando en una cola no reclame su derecho de que no se incorpore adelante, cuando existan regulaciones y sanciones y monitoreo para no existir gestores, en fin, cuando la proporción de personas “buenos ciudadanos” supere a los vivos pendej**, entonces, lograremos sanear esto que llamamos país.

Piensen señoras y señores, que en otras latitudes palabras como “colearse”, “maraña”, “trácala”, “gestores”, etc. no existen, la cultura popular de otras latitudes más tranquilas y a donde los venezolanos viajan para “maravillarse” de lo limpio, ordenado y relajado de sus calles no las conocen, explicarle a un europeo por ejemplo, a un alemán, la noción de colearse es prácticamente imposible, porque la cultura es simple, si hay una fila yo debo respetar a mi prójimo colocándome de ultimo ya que se atiende por orden de llegada, puedo conocer al primero, mas sin embargo, solo lo saludo, porque mi lugar en esa fila es de último, es donde llegue. ¿Podremos llegar a eso?

Piensen señores, despierten, en la palabras de un comunicador social que el grueso de la población no conoce o no recuerda, Renny Ottolina, piensen y despierten porque el estado degenerativo de la sociedad tal y como nos estamos manejando solo lleva como destino un único lugar, la anarquía, la intolerancia, la autocracia, en fin, la guerra…

El Sr. Ottolina en la década de los 70′s ya nos recordaba que no hay que ser imbécil… me queda solo decir, ¿Es esto lo que quieres?, cuando piensen en ser un Vivo pendej*, mediten… ¿Es esto lo que quiero ser y quiero enseñar?????

Mensaje de Renny Otolina.. de 1975.. Aun Sirve... ¿Ridiculo o Cruel?...



Atte.
Ing. Alexi Stratthaus

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